
Este año, ni siquiera los despiadados aumentos del precio de la carne pudieron suspenderlo. Y esta vez fue un costillar de mas de 10 kilos hecho muy lentamente y con mucho amor, como todo lo que hacemos en el taller. Si hasta tuvimois que sacar el carro y ponerlo de fondo, porque de tantos que eramos no cabiamos en el jardin. No faltaron amigos, y algunos ex-alumnos que marcaron toda una epoca.
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